Tu pene
es:
Lo
bastante pequeño para ser estrechado tiernamente.
Lo bastante
dócil para ser acariciado.
Lo liso
para ser lamido.
Lo bastante
suave para ser besado.
Lo bastante
rosado para ser saboreado.
Lo bastante
salpimentado para ser comido.
Lo bastante
vivaz para ser zarandeado.
Lo bastante
ávido para ser mortificado.
Lo bastante
ardiente para resistírsele.
Lo bastante
escurridizo para escapársele.
Los bastante
caliente para acurrucarse mullidamente a su lado.
Lo bastante
grueso para estrecharlo, en señal de bienvenida.
Lo bastante
grande para buscar su protección.
Lo bastante
mágico para sentirse hechizada y amarlo
locamente.
Tú
tienes todo esto y aun más.
Todo lo
necesario para deslumbrarme y hacer mis
delicias. Por cuanto a mi concierne lo encuentro
perfecto en todos los sentidos.
(Adaptación
del libro “El nido de la Oropéndola”
Ariel Volke)